lunes, 25 de julio de 2011

Confesiones.

“Conozco esas lágrimas que no caen y se consumen en los oJos, conozco ese dolor feliz, esa especie de felicidad dolorosa, ese ser y no ser, ese tener y no tener, ese querer Y no poder.”
-J. Sáramago


Este fin de semana me hizo reflexionar un poco. Porque existen las verdades no habladas? Las que nos esforzamos en creer que no existen, cuando están ahí esperando su momento de salir de nuestras bocas para caer en los primero oídos dispuestos a escucharlas.  Porqué hay momentos que se sienten sinceros y otros no? Porqué somos capaces de asincerarnos en los momentos menos oportunos? Porqué nos abrimos a extraños y no confiamos en nuestros seres más allegados? A qué le tememos? Qué rechazo puede ser tan cruel y horrorifico, que nos abstenemos a enfrentarlos? La verdad, es que no confió en mi misma, y por ende, en este preciso instante de mi vida, las personas no pueden confiar en mí para que le alegre la vida. Vivimos en una sociedad de mascaras. Nadie realmente nos conoce, ni siquiera nosotros mismos alcanzamos a conocernos del todo. No confiamos en nosotros mismo, mucho menos en el prójimo. Mi problema es que no quiero la ayuda de nadie, quiero vivir esta etapa de mi vida y exprimirme hasta que ya no aguante más. Me da igual el resto del mundo. En este momento solo quiero, por primera vez, importarme solo a mi misma y ya. No quiero preocuparme de las repercusiones de mis acciones hacia otras personas. No me interesa. Quiero crear un ego y alimentarlo. Quiero ser indestructible! Siento mis guayabos morales, porque me recuerdan que aun sigo siendo parte de este mundo. De resto, todo me es indiferente. Estoy cansada de sentir pena por mí. Quiero empezar a odiarte sin restricciones, para poder realizar mi venganza imaginaria…y si tengo suerte, liberarme de mis propias cadenas morales que no me dejan vivir plena y libremente. 

Cuál es tu máscara?

sábado, 2 de julio de 2011

El ying yang de las indecisiones.

“Algún  día  en  cualquier  parte,  en  cualquier  lugar  indefectiblemente  te  encontrarás  A  ti  mismo,  y  ésa,  sólo  ésa,  puede  ser  la  más feliz  o  La  más  amarga  de  tus  horas.”
-P. Neruda


Qué es eso que llamamos mentiras piadosas? Mentiras necesarias? Mentiras blancas? Cuál es su función? Su propósito? Protegernos exactamente de qué? Son justificables? Explicables? Son hermosas? Las odiamos? Las necesitamos? Podemos vivir sin ellas? Podemos soportar recibirlas? Sé que no podemos vivir sin ellas. Que todos las decimos. Pero no estoy seguro que seamos capaces de diferenciarlas de las mentiras verdaderas, o es que no hay diferencia? Cuál es la diferencia entre mentirle al otro y mentirnos a nosotros mismos? Cual es peor? Cuan delgada puede llegar hacer la línea entre el bien y el mal. No todo es blanco y negro, no se debe ignorar los matices grises. Lo que más detesto, es no saber cuándo me mienten y no ser capaz de distinguir esa mentira entre tantas ramas que existen. Es no saber si lo hace por mi “bien” o lo hacen sin importarle mi “bien”. Es realmente no saber si le importas a esa otra persona, como vos le importas. Alguien sabe el verdadero significado de las palabras “Tu eres mi mundo?” Alguien de ustedes mis lectores, puede decirme que han escuchado esas palabras salir de una boca sincera, o han sentido esas palabras al decirlas (der una u otra manera)? Alguien de acá puede decirme con seguridad que se siente estar enamorado? Amar a alguien? Sabe el significado sentimental de las mentiras piadosas? Las preguntas sin respuestas me asfixian lentamente, hasta que ya no puedo respirar sin vomitar signos de interrogación por mis ojos.  Oh la indecisión e inseguridad, como no las envidio. Ahora me maquillo, pero no precisamente para “embellecerme”, si no para esconderme. Estoy cansada de ser la melodramática y suicida romántica. La pregunta sin respuesta. Los puntos suspensivos…

Los ojos inquisitorios de la otra Farrow.