jueves, 24 de mayo de 2012

Tengo un(os) problema(s).


El primer paso, dicen, es aceptarlo. Así que empezaré de a uno y por pequeñas dosis, para evitar la mortalidad del veneno.


Soy obsesiva compulsiva. Pero de las peores. Me obsesiono con fantasías. Es hasta bonito cuando son fantasías de carácter benevolente. Sin embargo, la gran mayoría de mis obsessive-fantasies rayan en lo dolorosamente enfermizo.

Genero Teorías. Expresiones. Discursos. Discusiones. Peleas. Gritos. Llantos. Escenarios. Re-acciones. Conflictos. Y produzco grandes cantidades de (Drama). Todo en el gran escenario de mi mente. Y siempre, las alucinaciones logran filtrarse al mundo de los vivos.

Tengo la aflicción de alejar a las personas que me importan a través de paranoias continuas e incesantes. De inseguridades crecientes y abismos fotográficos. Cada vez, el abismo  entre mi mente y lo racional, es más grande y profundo. 

Y tengo la incapacidad de encontrar una cura para este mal que padezco.




To be continued...

viernes, 18 de mayo de 2012

El ejercicio de hablar no debería ser recomendado.


La sensibilidad puede ser contra producente. Creo que habrá que inventarse una censura emocional, por el bien de la humanidad…y las relaciones entre humanos (por consecuente).
Yo no sé la verdad, quién dijo que había que decirle al mundo entero lo que uno siente. Igual, nunca te entienden; o estás exagerando y no tienes la razón o simplemente no tienes la razón. Y después de las lágrimas NO viene la calma. N o  v i e n e. La distracción es la mejor arma….junto a la comida y algunos leves síntomas de shoppaholic-ísmo es normal. También morderse las uñas es una buena forma de esparcimiento.

Y es que todo el mundo te quiere inducir en el mundo de “escuchar” y  “hablar” sobre tus sentimientos, cuando en realidad NADIE quiere escuchar. La gente quiere ser escuchado y hablar sobre lo que les molesta de los demás. Porque es más cómodo que los otros cambien a que lo haga uno.