sábado, 14 de julio de 2012

Betraying me.


Me estoy volviendo una persona odiosa. Soy incapaz de ver a una pareja expresando su corrosivo amor, sin que desde mis adentro nazca una  extraña repulsión y un sentimiento de odio puro sin destilar. Maldigo la felicidad y todo lo que conlleva esta. ¿Será que la necesidad de amor se me ha vuelto un problema psicológico? Y es que no hago si no escuchar a príncipes en borrador prometiendo la compañía eterna a la princesa equivocada. ¿Dónde quedó mi obsesivo macho alfa, con miedo de perderme? ¿El que mataría al dragón con tal de estar a mi lado?

Pero sobretodo, ¿En qué momento se perdió mi maldita promesa de nunca volver a enamorarme?