sábado, 4 de mayo de 2013

Un grito contra la hipocresía.



Me parece que la hipocresía es otro elemento más en el aire, el cual aspiramos constantemente, y ciertamente expiramos en mayores cantidades. No soy ingenua, sé muy bien que vivimos en una sociedad de doble moral, pero ese conocimiento no me calma mis sentimientos de ira y vergüenza ante las claras expresiones de hipocresía.

Cómo es posible que vivamos en sociedades donde las instituciones que supuestamente enseñan valores y ética a sus ciudadanos, son completamente incapaces de aplicarlas ellas mismas? De qué sirve enseñar teorías fantasiosas que no se ven aplicadas al mundo real? Qué ventaja hay en este ejercicio fútil? O es no más por la fachada? O tal vez un filtro? Porque es claro que logran llegarles a ciertas personas que realmente creen que el mundo se rige por normas de moral y ética y que irónica, pero estratégicamente, resultan siendo los villanos al momento de intentar denunciarlas (porque ya sabemos quién será el vencedor).  Pero me da rabia, me da rabia que profesen la moral y la ética como verdades casi absolutas en un mundo dónde quién las aplica, termina siendo crucificado por las mismas.

¿Cuál es esta humanidad que hemos creado los hombres? ¿Un lugar dónde se da cátedra sobre la importancia de los valores, la ética y la moral, pero es reemplazada en la práctica por la estética, la hipocresía y el engaño?

Y no sé si este grito ahogado servirá de algo... porque he dejado de entender cómo ciertos seres humanos logran convivir consigo mismos.

What should we expect then, from the dawn of men?


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