lunes, 12 de septiembre de 2016

Another sad, love song.

Como es de difícil entender el hecho de que ya no haces parte de la vida de alguien, que tu puesto lo rezagaron a la fila del olvido. Y mientras tanto, nos quedamos con las malditas incógnitas que quedaron flotando inertes en el aire, esos que nunca serán resueltos para satisfacción nuestra. Tantas preguntas sin resolver, tantas conversaciones puestas en replay, y tantos momentos grabados con filtros de instagram enloquecen. Y están además, las interminables listas de PROs y CONTRAS, las cartas que nunca serán entregadas y las palabras que no alcanzaron a ser pronunciadas (porque en este punto, ya estoy haciendo todo lo que me recomiendan).

Y hay días más llevaderos que otros.

A veces, me sorprende la noche tranquila, con una rara racionalidad y madurez que desconozco. Otras en cambio, amanezco con los estragos de las lágrimas en mi rostro. Sé que no hay fórmula mágica ni atajo para olvidar…pero no saben cuánto daría porque me secuestraran los sentimientos y los dejarán morir de sed.

Eso de escoger entre males no es lo mío. Al final no sé qué duele más; si dejarse el pegote de los recuerdos en la piel o quitarlo a punta de estropajo.

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