Y me encuentro
nuevamente tratando de dar respuesta a las palabras que viven dentro de mí. Han
armado una pequeña comunidad. Ojalá pudiera decir que una tranquila, estilo
pueblito Europeo, pero no es el caso. Es más improvisada y primitiva. Llena de
impulsos y primeras impresiones. No hay lugar para la racionalidad emocional.
Le falta colores. Le falta tranquilidad. Le faltan tantas cosas, que pesa más
la ausencia que cualquier otra cosa. Nuevamente, el comportamiento humano me
deja con un sabor amargo en la boca. Nuevamente vivo la misma decepción de siempre, disfrazada de otra manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario