miércoles, 17 de octubre de 2012

Homenaje al Barón


Un caballero inexistente

Dicen que fue y que no fue, luego que sí, que si fue pero que era un mentiroso y que por eso era repudiado por sus vecinos y amigos.  Después  disculparon sus ‘falencias’ inculpando a  su supuesta demencia, y le daban el pésame a su familia. Más tarde, dijeron que fue que el pobre nunca creció, que seguía siendo como un niño, y que era un desconsiderado al haberle dejado esa carga a su pobre familia. 
Llegaron a decir que estaba poseído y luego que era un farsante, que nadie era capaz de haber ido a la luna y vuelto sin más ni qué. Que qué era eso de un desierto de los Tres Quesos!? Bordeando un tal mar de vinos añejos! Y que ni empezará a hablar sobre sus caminatas en el Bosque de Brócoli, ni del viaje en globo a los tales cielos hechos de azúcar de algodón junto a sus fieles y "extraordinarios" compañeros. Qué dejara la ingenuidad para la niñez! Que esos no eran cuentos ya de la adultez! Que racionalizará, puesto que ningún rey ni sultán habría mandando a nadie a vivir tales aventuras tan absurdas. 
“Tonterías!” gritaban, y les repetían a los niños, que eso de hadas y gnomos no eran más que mentiras, que dejarán de buscar dragones en el cielo y unicornios en las praderas, que no existen los tréboles de 5 hojas y que ya no ensuciarán más sus mentes con encantamientos y colores. Y les prometían; nadie podía haber cabalgado nunca jamás un arcoíris!
Empezaron por prohibir a los hijos a arrimársele a aquel patrañero, encantador de serpientes! Como si fuera el mismísimo Flautista de Hamelín, que fuera a hacer quién sabe qué con quién sabe quién de sus hijos. Después, fueron las mujeres quienes le temían y los hombres comenzaron a violentarlo en los bares.  
Ya al final ni lo miraban a los ojos, se volvió otra sombra más en la esquina del mismo bar. Dicen que se fue marchitando poco a poco, algunos hasta lo creyeron muerto. Ya ignorado, ya inexistente. 
El caso es que no se supo más de él, hasta una tarde anaranjada. Dicen por ahí las malas lenguas, que se divisó en el horizonte una figura larga y flacuchenta, con cierta resplandecencia, encima de una especie de caballo color blanco nieve. La silueta se quedo inmóvil por unos cuantos minutos, y aún hoy, hay quienes juran haber oído una triste despedida a través de una mirada vidriosa, para después desvanecerse entre las nubes. 
Nunca más se volvió a mencionar su historia, a excepción de alguna noche perdida entre embriagueces nostálgicas, en dónde se evocaban sus historias por aquellos niños que ya eran viejos, a otros niños que con un poco de suerte, llegarían también a viejos.  



miércoles, 10 de octubre de 2012

Second thoughts


Me está envolviendo la sombra de la angustia, de la inseguridad de no poder llevar a termino los proyectos que tengo planteados. ¿Tendré la capacidad y la iniciativa que hace falta, para llegar a la punta del Everest? Me estoy ahogando entre citas de autores y expertos, entre temas que a la postre, realmente ignoro. Confieso que me siento presionada y cansada. Ya me rendí y ni siquiera he comenzado.

Me aturden las preguntas que grita mi consciencia; ¿Es esto lo que quieres de la vida? ¿Es esto lo que esperabas? ¿Es esto con lo que te quieres enfrentar el resto de tu vida? Y siguen, una lista interminable de preguntas buscando respuestas inexistentes. Pero qué estupidez. Estoy persiguiendo la cola del perro, y lo único que consigo es marearme.

¿Dónde está mi salida de emergencia? Ya me estoy moviendo dentro de la montaña rusa y estoy teniendo el llamado coldfeet en la subida. Me quiero salir, quiero saltar al vacío y que el cielo se apiade de mí. No me quiero unir a la audiencia que espera algo de mí. Sólo quiero ser sincera conmigo misma, pero me lo estoy haciendo imposible.

Y de todo esto, queda al menos la lealtad, porque al fin y al cabo (por más que quiera escapar de mi propio porvenir) me veo en la obligación de apostar por mí misma. 


martes, 11 de septiembre de 2012

Oligofrenia


Debido a una interrupción del desarrollo de la inteligencia de la ciudad, en sus primeras etapas de vida, Oligofrenia sufrió un déficit mental grave, que acabo por propagarse como una maldición sentenciada sobre las primeras generaciones de sus habitantes.  Maldición que termino por marcarlos, a ellos y al sinfín de las generaciones venideras, amarrándolos irremediablemente a este sitio.
 Hay que verlos cómo alardean de su autosuficiencia y presumidas habilidades bajo ningún criterio racional, incapaces de desarrollar abstracciones mentales más allá de lo perciben con sus ojos.  Y volviéndo el mundo en el que viven  absurdo e incoherente a la vista de cualquier forastero.

 Los oligofrénicos son rara vez tratados con seriedad, en especial entre ellos mismos, puesto que además de su colección de males, carecen de una verdadera opinión.  Impedimento que aprovechan los Idiot-savant, un grupo narcisista y tiránico, que ha tomado la voz de la ciudad como suya para irse apropiando lentamente de la ciudad. Algo que ha resultado irónicamente conveniente, pues los habitantes de la ciudad se les dificulta realizar cualquier proceso de comunicación recíproca con el otro,  siendo incapaces de empezar un diálogo o relacionarse con alguien, aunque sea por mera morbosa curiosidad.  Es por esto que la mayoría de ellos deambulan solos por la ciudad, sin compañía más que la de su propia sombra, sin saber a ciencia cierta si su objetivo en la vida es la de pasar desapercibido o tal vez simplemente están siguiendo un impulso genealógico que va más allá de cualquier entendimiento.

Y es que los oligofrénicos son malos con la memoria; la maltratan y la ignoran, la violentan y la enfrentan. Y a ella no le queda más que vengarse, haciéndolos olvidar adrede, para verlos cometer los mismos errores de siempre, y seguir alimentando ese círculo vicioso. Es en esos momentos que se ven embriagados de una ignorancia infinita, bailando al son de otra música, completamente encerrados en una burbuja a prueba de racionamiento.

Se quedan así, sin ambiciones, sin motivaciones. Satisfechos con el hecho de poder hacer las suficientes tareas manuales como para sobrevivir y propagarse, maravillándose con aquellos que logran balbucear cuatro palabras inteligibles, pero finalmente absurdas, que acaban por abstraer un poco más su existencia.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Contemplando la punta del iceberg.


Tengo una rabia contenida que no alcanzo a entender del todo. Una desilusión creciente con el mundo que me rodea. Un miedo que se alimenta de mi fuego de vida. Exploto con un sinfín de lágrimas cenizas, sin poder contener la angustia que cargo por dentro. Se me derrama por las sienes, las caderas, las plantas de los pies… deslizándose por mi piel impermeable, sin encontrar un desagüe. Por siempre brotando desde los adentros del hueco vacío del estómago.  

¿Pero quién se osa a explorar más adentro? ¿A sumergirse en un remolino de emociones incomprensibles e indomables para rezar a quién escuche, tener la suerte de toparse con la tranquilidad del ojo del huracán?  Tengo la paciencia desmoralizada y la esperanza perdida. La fuerza me ha abandonado una vez más y a la valentía se le agoto la fuerza centrifuga. 

¿Qué se podría entonces, esperar de una persona así? 


sábado, 14 de julio de 2012

Betraying me.


Me estoy volviendo una persona odiosa. Soy incapaz de ver a una pareja expresando su corrosivo amor, sin que desde mis adentro nazca una  extraña repulsión y un sentimiento de odio puro sin destilar. Maldigo la felicidad y todo lo que conlleva esta. ¿Será que la necesidad de amor se me ha vuelto un problema psicológico? Y es que no hago si no escuchar a príncipes en borrador prometiendo la compañía eterna a la princesa equivocada. ¿Dónde quedó mi obsesivo macho alfa, con miedo de perderme? ¿El que mataría al dragón con tal de estar a mi lado?

Pero sobretodo, ¿En qué momento se perdió mi maldita promesa de nunca volver a enamorarme? 


viernes, 22 de junio de 2012

No es justo

No es justo que aun me queden tantas lágrimas para llorarte. No es justo que mi cerebro y mi corazón se hayan alienado contra mi a tu favor. No es justo que mis oídos tengan la capacidad de escuchar tu risa aunque estés tan lejos de mi. No es justo que mis manos todavía recuerden las tuyas. No es justo que mi cabeza busque en las noches tu cuello ni que mis labios le pesen tanto la ausencia de los tuyos. No es justo que mi piel siga recordando la huella de la tuya y que mis ojos no hayan podido olvidar tu figura. No es justo que mi cuerpo todavía te añore, te llame y te convoque. No es justo que el mundo entero se proponga en hacerme recordar incesantemente tu ausencia. No es justo extrañarte tan desgarradoramente angustiante.


No es justo que te hayas llevado tanto de mi...



miércoles, 13 de junio de 2012

Una noche cualquiera


Había una noche normal, sin nada en especial que la diferenciara de las demás. El mismo azul rey oscuro en el cielo, cubriendo el mismo paisaje terrenal de siempre. Habían algunas pocas nubes, una luna iluminada y una que otra Venus en el horizonte. Pero nada extraordinario que comentar acerca de esta noche. No era aburrida, pero tampoco era muy animada. Era más bien tranquila, relajante, suspirante... y probablemente cansada. Tenía cierto aire de sabiduría, esto debido a las largas e infinitas horas de vigilia mientras comenzaba su reinado. No hay que analizar por mucho tiempo a la humanidad para tener una acertada teoría sobre su naturaleza. Tanto tiempo esperando, con calmada paciencia, su momento de vislumbrar ese extraño mundo del que mucho se susurraba. Pero nunca nadie le habló de los colores que su luna le iluminaba, o de los pequeñísimos sonidos de seres creídos dormidos, o del movimiento de un mar noctambulo. Nadie le había advertido que había más humanidad en el canto de una cigarra, que en la propia raza humana.


Y así como se alzó de desprevenida, su reinado cesó de existir en sumo silencio al llegar el alba. 


lunes, 11 de junio de 2012

Y finalmente….será?


Y después de tanto tiempo, puedo decir que si hubo algo ahí. ¿Habré prendido una chispa dormida? Al final, si fui lo suficientemente importante como para repensar las cosas. Las acciones. Escarbar las memorias. Tener la valentía de aceptar y preguntar. De querer conocer sobre mí después de lo ya borrado por el tiempo, mas no por la memoria.




¿Será que cabe la posibilidad de correr el riesgo de estar conmigo?  ¿De qué no sólo vivo en mis recuerdos?

domingo, 10 de junio de 2012

La última partida

Después de perder otra vez esa dignidad regenerada, después de perfumarse inútilmente y mostrar sutilmente los atributos de una femme fatale inexistente, vuelvo a perder en el mismo juego de siempre.

Y sólo queda, aferrarse a la poca dignidad que queda, con el mentón alto y un par de gafas oscuras, para retirarse de la partida en donde ya no te desean.


jueves, 24 de mayo de 2012

Tengo un(os) problema(s).


El primer paso, dicen, es aceptarlo. Así que empezaré de a uno y por pequeñas dosis, para evitar la mortalidad del veneno.


Soy obsesiva compulsiva. Pero de las peores. Me obsesiono con fantasías. Es hasta bonito cuando son fantasías de carácter benevolente. Sin embargo, la gran mayoría de mis obsessive-fantasies rayan en lo dolorosamente enfermizo.

Genero Teorías. Expresiones. Discursos. Discusiones. Peleas. Gritos. Llantos. Escenarios. Re-acciones. Conflictos. Y produzco grandes cantidades de (Drama). Todo en el gran escenario de mi mente. Y siempre, las alucinaciones logran filtrarse al mundo de los vivos.

Tengo la aflicción de alejar a las personas que me importan a través de paranoias continuas e incesantes. De inseguridades crecientes y abismos fotográficos. Cada vez, el abismo  entre mi mente y lo racional, es más grande y profundo. 

Y tengo la incapacidad de encontrar una cura para este mal que padezco.




To be continued...

viernes, 18 de mayo de 2012

El ejercicio de hablar no debería ser recomendado.


La sensibilidad puede ser contra producente. Creo que habrá que inventarse una censura emocional, por el bien de la humanidad…y las relaciones entre humanos (por consecuente).
Yo no sé la verdad, quién dijo que había que decirle al mundo entero lo que uno siente. Igual, nunca te entienden; o estás exagerando y no tienes la razón o simplemente no tienes la razón. Y después de las lágrimas NO viene la calma. N o  v i e n e. La distracción es la mejor arma….junto a la comida y algunos leves síntomas de shoppaholic-ísmo es normal. También morderse las uñas es una buena forma de esparcimiento.

Y es que todo el mundo te quiere inducir en el mundo de “escuchar” y  “hablar” sobre tus sentimientos, cuando en realidad NADIE quiere escuchar. La gente quiere ser escuchado y hablar sobre lo que les molesta de los demás. Porque es más cómodo que los otros cambien a que lo haga uno. 


lunes, 23 de abril de 2012

Juego de verbos.



Yo y mi maldita costumbre de darle el poder a otro de herirme. Para qué sirve crear barreras, si al final siempre terminas regalándole a los otros la capacidad de atravesarlas? Já. Pequeña ironía sentimental. Cuantas veces hasta que aprenda? Cuantas confianzas entregadas, hasta que al fin logré alguien llegar al botón rojo? Tenebroso juego de azar, ese de ir regalando secretos y vulnerabilidades.

Se agota uno de estar siempre analizando y re-analizando, si en aquella ocasión se tuvo la razón o no. De evaluar los niveles de orgullo. De comparar pasados. De retomar prejuicios genealógicos. De contar cuantas veces se cedió o fue está vez que el otro cedió? De jugar por turnos y perder la cuenta, sólo para retomarla.

Se aumentan los suspiros y las lágrimas. Se nivelan las miradas y las palabras. Escasean los abrazos y los besos. Y por último, se rompe la voluntad para volver a empezar.


viernes, 20 de abril de 2012

Tirando la Toalla.


Y me encuentro nuevamente tratando de dar respuesta a las palabras que viven dentro de mí. Han armado una pequeña comunidad. Ojalá pudiera decir que una tranquila, estilo pueblito Europeo, pero no es el caso. Es más improvisada y primitiva. Llena de impulsos y primeras impresiones. No hay lugar para la racionalidad emocional. Le falta colores. Le falta tranquilidad. Le faltan tantas cosas, que pesa más la ausencia que cualquier otra cosa. Nuevamente, el comportamiento humano me deja con un sabor amargo en la boca. Nuevamente vivo la misma decepción de siempre, disfrazada de otra manera.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Una Verdad más que inconveniente.


“Algún  día  en  cualquier  parte,  en  cualquier  lugar
 indefectiblemente  te  encontrarás  a ti  mismo, 
y  ésa,  sólo  ésa, 
puede  ser  la  más feliz 
o  la  más  amarga  de  tus  horas.”
-P. Neruda

Hecho: Es complicado vivir con personas. Es complicado manejar sus estados de ánimo (más el tuyo). Es complicado lidiar con los demás. La convivencia puede ser la matriz de los asesinos…en serie. El entender al otro va más allá del entendimiento de un cerebro humano, aun más complicado resulta entenderte a ti mismo. Al final sos vos contra el mundo. Al final, eres vos el que pierde confianzas, rebela mentiras, pierde peleas, se seca las lágrimas. Al final, eres tú al que te debes enfrentar.

Y aun así, que insoportable es cuando nos encontramos completamente solos. Porque la soledad nos obliga a juzgarnos, a enfrentarnos. Buscamos compañía no por eso, si no por razones más egoístas, la buscamos para no tener que lidiar con nosotros mismos. Es más fácil esconderse detrás de la ira, es mejor ser cobarde por medio de los celos, es últimamente conveniente siempre culpar al otro de nuestras inseguridades y nuestros miedos. Es más cómodo refugiarse detrás de un “si no me quieres como soy, entonces vete”, cuando somos nosotros mismos quienes buscamos escaparnos de ese como soy. Es infinitamente beneficioso el ver a los otros preocuparse por uno, que tomar en nuestras manos esa ardua tarea. Es estorboso la idea de tener que convivir con uno mismo, ahora que otro tenga que lidiar con nuestra existencia... es hasta normal (y justificable!) que se generen conflictos al tener que aguantarse además, la existencia de un -otro-.

Está no es más que una simple realización, mas no una confesión, ni mucho menos una reivindicación. Simplemente es, y no dejará de ser. 


viernes, 3 de febrero de 2012

Es mejor ser cobarde que valiente.


Es increíble la capacidad del ser humano para “olvidar” a las personas. Me sorprende ese poder de estar con una persona, de llegar a niveles de intimidad (tanto mental como sentimental, y en algunos casos hasta físico) inconcebibles con alguien, y terminar siendo aun más que un completo extraño con esa persona. ¿Es un súper poder de nosotros? El poder llegar a tener una conexión más allá de lo entendible, y borrar aquella persona de la memoria. Cómo diablos es posible? Yo no sé si en verdad, pueda llegar a olvidarme por completo de aquellos que han intercedido en nuestro camino que llamamos vida. Hoy me di cuenta, que siempre ha habido una parte de mí que se rehúsa a desprenderse tan vagabundamente de todas aquellas personas que han marcado de alguna manera mi vida. No concibo la idea de que alguien que me haya importado tanto, pueda olvidarse de mí (o más bien, no me gusta la idea. La rechazo inmediatamente porque aparentemente, las personas quedan tatuadas en mí ser, en mi existencia insignificante y mortal, de una manera intelegible, incomprensible, y como buen egoísta, qué horror aceptar que talvez, esto sólo me pasa  a mi!)

Me da miedo llegar a amar una persona, amarla loca e incomprensiblemente, porque sé que no tengo ese poder de superar a las personas, al sentimiento, a los momentos, a nuestra historia. Por más que me crean indiferente y quizás petulante, siempre los he llevado a todos dentro de mi corazón. Y es que mi corazón es mortal y por ende, tiene límites trazados. Y sinceramente,  no sé hasta qué punto más podrá resistir otra historia, otra decepción, otra realidad comprobada…
Esto sonará incoherente, lo sé, pero como todo lo que he escrito aquí, es otra cosa más que necesito sacar de mi incasable pecho. No quiero llegar a ese punto en el que sé, no podré superar jamás la ausencia de eso que coloquialmente llamamos "media naranja".


(Y tal vez, sólo tal vez, esa sea la razón por la cual las lágrimas brotan de mis ojos sin mi previo permiso...)

viernes, 27 de enero de 2012

Recuento de cierta venganza.


"Uno cree las cosas por que ha sido acondicionado para creerlas". 
-Un Mundo Feliz


Y lo peor, es que te creía todas tus mentiras. Hasta la última gota. Todas aquellas palabras (y letras), respaldadas de falsos sentimientos. Ah! Y tus dolorosas verdades, como olvidarlas? Me sabían a veneno viejo. A llovizna ácida.
Y ahora te confieso esto; tus palabras fueron mi destrucción, aun más que tu desaparición.  ¡Y como las usaste tan descuidadamente! sin pasarte por la mente que, con cada una de ellas, sentenciabas en negrilla mi ejecución. Ay! Como me duele mi ingenuidad, ahora. Tantas visiones lagrimadas, mientras tú me explicabas con quien sabe qué clase de obsesiva demencia.
Pero ya se me ha agotado la energía en mi infructífera indagación, por una explicación satisfactoria acerca de tu comportamiento maldito (hacia/contra mi). Estoy finalmente convencida, de que nunca entenderé tu conducta, tus ecos de palabras, tus crueles declaraciones. No habrá una explicación aceptable para ese que otro abrazo, o los constantes roces de labios, aquellos susurros entre sabanas, las miradas sin fundamento, esos “te quiero” practicados, hasta ese “Te amo” adulterado. Nunca entenderé tu firme protesta sobre mis continuas manifestaciones de cariño,  ese impulso animal para buscar en otros labios, aquel sabor que le falto a los míos. Nunca entenderé tu inexcusable disposición  de no querer estar ahí en el último adiós, ni la disolución de la misma.  
Borraré toda memoria sobre los chats posteriores, para tu propio beneficio. Y me adelantaré hasta el momento exacto en que decidiste olvidarte de mí, a pesar de mí. Obviaré aquel semi-reencuentro torpe, aquella estúpida- estúpida excusa. Oprimiré los desaires y suspiros y el small(talk) forzado. Pero me quedaré con el “te odio” sincero y ese adiós tentativo, a mi propio beneficio.

Y por fin me vengaré de tu insolencia! Siendo genuinamente feliz en los brazos de otro, como una vez me prometiste.




martes, 24 de enero de 2012

(des)entendiendome de las acciones humanas.

Ce qui me rend folle, c'est que je ne sais a quoi tu penses quand tu es comme ça...
Vladimir Nabokov, Lolita (1955) 




Relaciones humanas. Va más allá de un estudio de lenguaje. De la comprensión humana, en realidad. Estoy convencida de que hay que ser psíquico y mago, para poder decir, con total confiabilidad y genuinidad, que sos un relacionista humano. Si es que realmente alguien se osó a inventar una profesión tal, claro. Pueden engañarse pensando que saben de relaciones públicas, de conocer el arte de manejar a las personas, con el único objetivo de cerrar un negocio (sea con un fin monetario, sentimental o yo que sé otro fin malicioso). Aprender sobre qué sonrisa regalar-le. De complicidad? O tal vez irse por la sonrisa tímida? Como saludar, con una palmada en la espalda? un apretón de manos? O irse por un ligero movimiento de cabeza? Como tocarlo, sutil o expresivamente? Atreverse a mirarle más allá de los ojos, o mantener una fria distancia? Es todo un juego de probabilidades, un juego con la naturaleza sentimental que roza en las paredes de la piel de las personas. Pero nunca llegaremos a divisar -o jugar- con aquella naturaleza enjaulada dentro de sus cuerpos, nuestros cuerpos. No hay forma de entender las manifestaciones de las personas, ni las reacciones de estas en cuanto a una situación concreta. Cómo saber que un pequeñísimo gesto puede ser desde una inocente curiosidad hasta una declaración de rendición? Cómo adivinar si hay o no misterio detrás de cierto comportamiento? Por qué entonces, susurrar en el oído palabras dedicadas al alma, para probar ser blasfemias contra esta misma? Por qué aparecer ahora, por ejemplo, después de haberme convencido eternamente olvidada y superada? Por qué regalar una sonrisa aparentemente sincera y una buena conversación, para después declararme eterno rencor entre la confidencialidad de las sombras? Por qué aparentar amistades verdaderas, si al final prueban ser desechablemente "indispensables"? Pero ante todo,  ¿Por qué diablos seguimos empeñándonos en entender las relaciones humanas!?



miércoles, 18 de enero de 2012

Estaba revisando un viejo cuaderno de bocetos, cuando me tope con este escrito olvidado, de una mano extraña, aun irreconocible, junto a un dibujo a medio camino. Me pareció hermoso, y saudade, como se diría en portugués. Ojalá estas palabras hagan eco y pueda recordar (o encontrar) la voz de su verdadero autor.


"Descuida el tiempo ahora,
cualquier instante es vano 
La felicidad es etérea, y lo sabes 
El control es la solución
El dolor es el medio 
Y la madurez es el punto final. 
No confíes tu vida al amor
es ilusión, alucinación, 
paraíso que se vuelve 
martirio"





jueves, 12 de enero de 2012

(des)ahogándome.

“Suéñame, que me hace falta” 
-Alfonsina Storni.

No se qué ojos inquietos leerán estas palabras, ni siquiera sé que pretendo con escribirlas. Son solo palabras tiradas al viento del internet, sin destinatario determinado, sin propósito planteado. O puede que sea todo lo contrario y solo esté engañándome a mí misma. Escribiendo con u n propósito aun oculto, esperando que cierta persona o personas lean estas palabras, que no son solo palabras aleatorias si no predeterminadas. Soy y no soy. Soy lo que escribo, pero soy todo menos lo que escribo. Mis palabras cobran vida y quieren desesperadamente independizarse de mí, de lo que represento. Yo por otro lado, ruego porque aun exista una dependencia entre ellas y yo, que esa delgada línea que nos mantiene conectadas nunca se rompa y se mantenga ahí, para mi propio placer y cobardía. Necesito alimentarme de certezas, de certezas de un mañana mejor, de certezas de lealtad, de certezas de compañía, la certeza que no estaré sola en el futuro para enfrentarme a la vida. Pero solo las palabras pueden llenar ese vacío (vacio que intento llenar a punta de golosinas y música). No existen las certezas de nada, solo esa que predice que algún día, todo termina.

Y Tengo!


Tengo una angustia creciente que me domina, que no me deja respirar, que no me deja dormir, que no me deja vivir. Tengo prejuicios pegados por todas partes, que me desangran poco a poco, como vulgares sanguijuelas. Tengo ganas de gritar. Tengo ganas de besarlo y dejarme llevar. De olvidar. De encontrar. Tengo ganas de correr. De irme sin decir nada. De viajar. De escapar. Tengo ganas de llorar. De saber qué hacer y hacerlo. Tengo ganas de enfrentarme al mundo cogida de la mano de alguien. De sentirme segura y protegida. Tengo ganas de respirar por respirar. 


Tengo muchas ganas acompañadas de poca determinación.





No sé que contarles ahora.

Las excusas siempre sonaran a eso, a excusas. Por más que las adornes, por más que niegues su origen, no se puede esconder la esencia de la excusa. Ah qué maravilla, el momento que empiezan a nacer en una relación cualquiera, a través de lo que aparentemente llamamos “comunicación”, cuando es hablar sin comunicar nada realmente. Hay bocas que hablan y hablan, pero en el fondo nunca te dicen nada. Hay otras que nunca hablan pero te dicen todo. Hay otras que quisieras nunca hubieran dicho nada o hablado nada. Recuerdo el momento del éxtasis, el nido cómodo de la ignorancia y la ingenuidad, el calor de tus brazos -todo destruido en segundos por el frio de tus palabras, miedos no pronunciados... excusas al fin y al cabo.